El acoso escolar es un problema serio que preocupa a muchas familias. Identificarlo a tiempo puede ser clave para gestionarlo correctamente e involucrar a todos los agentes necesarios para ponerle solución. Pero, ¿cómo podemos identificarlo? ¿Cuáles son las señales, a veces no muy evidentes, que nos pueden indicar algún problema?

En primer lugar, fíjate en los cambios en el comportamiento de tu hijo/a. Si tu hijo/a solía ser feliz y alegre, pero ahora parece triste y/o deprimido/a, esto podría ser una señal de acoso. También puede ser que tu hijo/a esté más irritado/a, frustrado/a o enojado/a que antes.

En segundo lugar, estate atento/a a cualquier cambio en su rendimiento escolar. Si tu hijo/a ha bajado su rendimiento escolar, podría ser otra señal. También presta atención si tu hijo se niega a ir a la escuela o si se queja de dolores físicos o emocionales.

En tercer lugar, observa cómo se relaciona tu hijo/a con sus compañeros. Si antes tenía amistades y ahora parece que está aislado/a, puede ser que esté sufriendo acoso. También es importante escuchar si se queja de burlas, insultos, exclusión o intimidación por parte de los demás estudiantes.

En resumen, si observas estos cambios en el comportamiento de tu hijo/a, es posible que esté sufriendo acoso escolar. Recuerda que es importante tomar medidas inmediatas para ayudar a proteger su bienestar emocional y psicológico. ¡Habla con sus profesores para tomar las medidas adecuadas!