La ansiedad, más allá de una definición patológica o clínica, representa un problema para las personas que la viven, pero también puede ser complicado para quienes la acompañan en el día a día. En este artículo planteamos, de forma muy sencilla, cuatro indicaciones que nos pueden ayudar a entender y facilitar la vida al amigo/a o pareja que sufre de ansiedad:

En primer lugar, escucha. La persona que padece ansiedad puede sentirse sola o aislada, por lo que es importante que escuches sus preocupaciones y sus miedos. Es importante hacerlo sin juzgar ni desvalorizar el sufrimiento porque, por muy exagerado que lo podamos ver, para la persona representa un sufrimiento real.

En segundo lugar, ofrece ayuda práctica. La ansiedad puede afectar la capacidad de la persona para completar tareas cotidianas, por lo que ofrecer ayuda con tareas como la compra o limpieza de la casa puede ser de gran ayuda.

En tercer lugar, fomenta actividades de ocio. Ayuda a la persona a encontrar actividades que la relajen y la hagan sentir mejor, ya que ofreciendo actividades que la hagan sentir mejor y reducir el estrés, estaremos ayudando a mejorar su bienestar emocional y físico.

En cuarto lugar, trata a la persona con amabilidad y paciencia. La ansiedad puede hacer que las personas se sientan nerviosas e irritables, por lo que es importante tratar a la persona con amabilidad y paciencia.

Finalmente per seguramente lo más importante, cuídate tú mismo/a. Cuidar a una persona, sea cual sea su circunstancia, puede ser muy desgastador. ¡No te olvides de respirar tú también, de hacer cosas que te agraden, de tener tu propio espacio y poder explicar y gestionar tus propios problemas!